¿Alguna vez te has encontrado en la situación de
decir "si" cuando realmente querías decir "no", pero no te has
atrevido?
Porque a mí me ha pasado tantas veces, que ya no soy capaz de contarlas,
he perdido la cuenta. Yo soy de aquellas
personas
que me prácticamente me resulta imposible
decir “no”, y vivo la vida de otro resolviendo
sus necesidades y anulándome a mi
misma y de mis propias necesidades y deseos. Muchas veces por miedo a ser rechazada, que alguien me deje de querer o incluso pensar que
soy un ser egoísta si digo: "NO".
Hay situaciones
en las que es difícil decir “no”,
como cuando tu jefe te “pide” que te quedes a una junta muy importante después
de tu horario de trabajo. Pero si nos piden hacer algo que nosotros no deseamos
hacer, es cuando entramos en conflicto. Tenemos que decidir a qué necesidad darle prioridad, si a la mía,
o a la del otro.
También nos encontramos
el otro extremo, personas a las que prácticamente nunca les cuesta trabajo
decirlo. Estas personas que de primera instancia pudieran parecer muy seguras de sí mismas,
suelen tener muy poca capacidad para
empatizar con las necesidades de los demás y por lo mismo tienen fuertes problemas interpersonales.
En la sociedad actual nos es más conveniente y funcional decir “si”, aunque en el fondo quisiéramos
decir “no”. Y sinceramente lo detesto, está mal visto a veces decir no y sobre
todo para ser aceptado por la humanidad, pecaré de idealista pero siento que a
veces somos unos borregos haciendo lo
que la sociedad dictamina, pero, ¿ por
qué?
Algunos de los motivos más comunes que nos dificultan decir “no” son los
siguientes:
- Por evitar un conflicto. Si sabemos que negarnos va a generar una situación problemática para nosotros, generalmente tendemos a ceder. Sobre todo si esa problemática nos es significativa.
- Por no hacer sentir mal al otro. Muchas veces, sin darnos cuenta, nos imaginamos lo que el otro va a sentir si nos negamos. Por supuesto que nosotros solo lo imaginamos y no sabemos cómo lo va a tomar en realidad la otra persona, pero nos dejamos guiar por aquello que imaginamos que va a sentir, y si eso que imaginamos no resulta agradable, preferimos no hacerlo pasar por eso.
- Por miedo a no ser aceptado. Contrario a imaginarnos lo que va a sentir la otra persona si nos negamos, más bien nos imaginamos lo que va a pensar de nosotros. Esto es un miedo a ser rechazado, el cual en algunas personas es más marcado que en otras.
- Por sentir que no tengo derecho a negarme. Esto generalmente es un problema de autoestima, en donde damos por hecho que las necesidades del otro son más importantes que las nuestras, y en cuanto nos piden algo, inmediatamente hacemos de lado lo nuestro para atenderlos.
Hay que saber reconocer
cuál es tu necesidad, deseo o interés. Una vez que lo identifiques, solamente tú podrás decidir si en ese momento tu necesidad es una prioridad para
ti, o no lo es. Nadie puede definir esto por ti. Nos obligamos a vivir
situaciones que no deseábamos. No es lo mismo ceder porque me siento obligado a
hacerlo, que ceder porque yo lo decido así. Y de igual modo podemos aprender a
decir “no” si esto significa poner atención a nuestras propias necesidades y
atenderlas. De hecho, es señal de una buena autoestima. A veces
sentimos que decir “no” por pensar en nuestras necesidades es egoísmo, y en
realidad no lo es, si sabemos cuándo.
Referencias:
¡FELIZ MÁGICO DÍA!
La Cibeles. Real Madrid gana la liga en el 2012 |
me gusta!
ResponderEliminarMe alegro de que te guste.
EliminarCopy-paste...mierda!!
ResponderEliminarEs un punto de vista, pero ya te garantizo que no es copiar y pegar, hay un trabajo detrás, leerlo varias veces, quitar frases, corregir ortografia, destacar lo más importante y además comento las cosas desde mi punto de vista. Aun asi, gracias por el comentario.
EliminarPues a mi me parece un post interesante, muy trabajado se nota que te lo has currado y es un tema interesantísimo. Cuántas veces nos hemos sentido mal por haber dicho que no, o habernos sentido peor por no haberlo dicho.
ResponderEliminarGracias Bárbara por acercarnos este tema tan actual.
Un abrazo
Julio
Sobre todo sentirse mal, como nos suele afectar y luego te das cuenta que tu estas peor que la persona a la que has dicho no. Muchas gracias, como siempre por tus palabras, amigo Julio
EliminarBuen dia