Últimamente con las nuevas generaciones de móviles estamos perdiendo buenas costumbres y es molesto, por ejemplo, estar en el cine y ver como alguien mira su pantalla del móvil o llego aun más
lejos cuantas personas suelen estar más
pendientes del celular que de la
conversación. Desde luego observamos una creciente
adicción al móvil, a esas
personas que viven pendiente del móvil les recomiendo que se queden en casa así
pueden atender tranquilamente el Whatsapp,
Facebook o cualquier otro entretenimiento, puesto que con ellos es difícil entablar un dialogo, incluso
algunos llegan a tal extremo que quieren permanecer en varios sitios a la vez,
es como si estuvieran perdiendo algo por no estar en el otro lugar, con lo cual
no están ni aquí ni allí. Dan más importancia
a su aparato electrónico que a la persona física. Afortunadamente, no
todos somos así, pero os dejo un protocolo sobre teléfonos.
PROTOCOLO: Uso del teléfono
El teléfono
hay que utilizarlo con moderación: un uso excesivo impide a otras personas
contactar con nosotros. Las normas
básicas que hay que tener presente en relación al teléfono tanto fijo como el
móvil, las veremos a continuación:
TELÉFONO
FIJO
- Hay unos horarios de llamada que hay que respetar escrupulosamente: nunca se puede llamar antes de las 10 de la mañana (de las 11 en los días festivos), ni después de las 10 de la noche. Tampoco se puede llamar en las horas del almuerzo (de 14,30 a 16,30).
- No se puede ser demasiado insistente: si no ha contestado es porque no está en casa o porque está durmiendo, y en ambos casos no hay lugar a insistir.
- Diga, Dígame, u Hola son las formas más empleadas para responder al teléfono. “Quién es”, “Aló” o repetir el número al que se ha efectuado la llamada son incorrectos. La primera fórmula, “Quién es”, es precipitada y agresiva, dale la oportunidad a la persona que efectuó la llamada la oportunidad de presentarse. “Aló” es una costumbre francesa y repetir el número al que has llamado, inglesa.
TELÉFONO
MÓVIL
El uso correcto y racional del teléfono
móvil debe tener en el horizonte las normas
básicas de la buena educación y la
cortesía que rigen en las relaciones interpersonales, sin que ello
signifique que tengamos que renunciar a sus beneficios. Se trata de respeto y consideración.
El teléfono móvil ha entrado con fuerza en nuestras
vidas y se ha convertido en un aparato casi imprescindible. Para un uso
adecuado del mismo se deben seguir algunas reglas elementales:
- El móvil, como cualquier teléfono, se debe utilizar sólo cuando sea necesario.
- Debe estar desconectado en lugares públicos como el cine, el teatro, un concierto, en misa, etc. No hay que esperar a que suene la primera vez para desconectarlo, sino que es una precaución que hay que tomar de antemano. Pero ocurre lo mismo en otras zonas, como puede ser una cafetería, una consulta médica o un vagón del metro. En estos casos, conviene accionar el modo silencioso, porque el mero hecho de que empiece a sonar una música estridente a todo volumen resulta molesto para los demás usuarios presentes. Imaginemos que suenan varios teléfonos y todos sus propietarios comienzan a hablar al mismo tiempo. Sería insoportable. Si fuera necesario contestar a la llamada que surge mientras estamos en un lugar público, no sería oportuno mantener una larga conversación que obligue a los demás a escuchar los pormenores de algo que no es de su incumbencia. Hablar lo mínimo, en voz baja y discreta y colgar cuanto antes con una excusa educada es lo adecuado. Cuando uno mantiene una conversación por el móvil debe tratar, en la medida de lo posible, de retirarse a un lugar apartado.
- Si en una reunión, un almuerzo, etc. uno recibe una llamada tratará de que la conversación sea breve y si fuera posible quedará en devolverla más tarde. Lo que no es admisible es estar 10 minutos hablando y el resto de los presentes esperando. ¿O a ustedes no les ocurrido que mantienen conversaciones de un tiempo determinado mientras usted espera a que finalice la conversación?
- No se deben mantener conversaciones acaloradas, ni amorosas, ni de temas confidenciales en público.
Referencias:
¡FELIZ DÍA!
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