Es
bien sabido por todos la importancia de la autoestima que es la clave para el
desarrollo de la personalidad y el manejo de las emociones, pero realmente, ¿qué
es la autoestima?, ¿es un estado? Dicen que la autoestima es una emoción y el
manejo de tus emociones está relacionado de manera directa con tu idea de ti
mismo. Según la Real Academia Española la autoestima es la
valoración generalmente positiva de sí mismo.
Desde
pequeña me he dado cuenta que mi autoestima no es la adecuada, sinceramente me
falta quererme un poco más y no es fácil reconocerlo y mucho menos en público.
La infancia no la tuve nada fácil, imaginaros llegar a Madrid con 6 añitos, no
sabiendo hablar español, gordita, con gafas acompañado de un parche en el ojo y
encima aparatos ortopédicos en los pies. Vamos que era un show verme. Mi
familia andaba preocupada porque no tenía amigos. Pero a pesar de todo eso, soy
una persona positiva y alegre, además ya forma parte de mi pasado.
Por otro lado, creo firmemente en la voluntad de cada persona para mejorar tanto físicamente como interiormente, por eso creo en las segundas oportunidades incluso terceras oportunidades si hace falta, por eso os dejo aquí una valiosa información para saber en qué grupo estáis, en los indicios positivos o en los negativos de la autoestima.
Por otro lado, creo firmemente en la voluntad de cada persona para mejorar tanto físicamente como interiormente, por eso creo en las segundas oportunidades incluso terceras oportunidades si hace falta, por eso os dejo aquí una valiosa información para saber en qué grupo estáis, en los indicios positivos o en los negativos de la autoestima.
- Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesta a defenderlos, aún cuando encuentre oposición, y se siente lo suficientemente segura como para modificarlos si nuevas experiencias indican que estaba equivocada; es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, sin sentirse culpable cuando a otros les parece mal lo que ha hecho.
- No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que le haya ocurrido en el pasado ni por lo que le pueda ocurrir en el futuro, vive el presente.
- Tiene confianza básica en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por fracasos y dificultades.
- Se considera y se siente igual, como persona, a cualquier otra persona; ni inferior ni superior; y reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
- Da por supuesto que es interesante y valiosa para otros, por lo menos aquellos con quienes se rodea.
- No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece conveniente.
- Reconoce y acepta en sí misma una variedad de sentimientos y pulsiones, tanto positivas como negativas, y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
- Es capaz de disfrutar de diversas actividades, como trabajar, leer, jugar, caminar, descansar, charlar, "no hacer nada"...
- Es sensible a las necesidades de los demás, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas y sabe que no tiene derecho a medrar o divertirse a costa de los demás.
- Autocrítica rigorista y desmesurada que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
- Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada, herida; echa la culpa de sus fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos pertinaces contra sus críticos.
- Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse;
- Deseo excesivo de complacer, por lo que no se atreve a decir "NO" por miedo a desagradar y perder la benevolencia o buena opinión del peticionario.
- Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
- Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
- Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aun por cosas de poca monta, propia del supercrítico a quien todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface. Tendencias depresivas, un negativismo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su "sí mismo") y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
Hoy en
mi blog quisiera dar especial agradecimiento a Kristel Goiri, ya sabes que no
he encontrado psicólogos como tú.
Buena entrada Barby. Un abrazo
ResponderEliminarGracias,David. Me ha encantado tu nueva entrada en el blog!
Eliminarlo peor es q esto lo tendremos q hablar entre nosotras, y no me refiero al punto 1,
ResponderEliminarnecesitamos terapia de coche ya sabes...musica, risas y hablar de estos temas
Que bien suena...Un dia paso a buscarte o una sesión de cine...jejeje
EliminarQue interesante este articulo, de la autoestima. Si todos los dias, tuviesemos un momento para nosotros, de conocernos, mimarnos, aceptarnos, curando heridas, puedo asegurar que si no tenemos problemas internos, los externos lo supiesemos manejar. Un beso Barbara :)
ResponderEliminarHablo mucho ese tema con las amigas, que hay personas ue no se miman o no se conocen y tienen problemas internos. Me alegro que te haya parecido interesante Anita. Buen dia.
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